Cuando hablamos de negocios online, solemos referirnos a un ecommerce, el cual siempre ha consistido en vender y comprar a través de Internet, y que hoy en día es un elemento imprescindible para la mayoría de los retailers. En los últimos años, los marketplaces han sido una tendencia creciente, demostrando que la transición del ecommerce al marketplace puede ser un punto de inflexión para las empresas en un mundo digital acelerado. Pero ¿cuál es la diferencia y cómo elegir entre un ecommerce y un marketplace?
En pocas palabras, uno es la extensión del otro, con algunos diferenciales importantes. En este artículo, aclararemos las principales diferencias entre ambos y discutiremos cuál modelo, a partir de una comparación entre un ecommerce y un marketplace, es el más adecuado para su negocio.
Antes que nada, ambos modelos de negocio consisten en tiendas online. La principal diferencia es que un ecommerce solo admite un único seller, el propietario de la tienda, en cambio un marketplace permite que varios sellers ofrezcan productos a través del mismo storefront, en el que operan tanto el propietario de la tienda como los sellers externos. No hay ninguna diferencia práctica en el proceso de compra para el cliente final, puesto que es igual y ocurre en el mismo sitio web, de una forma fluida.
Sin embargo, mientras que esta diferencia puede ser irrelevante para la experiencia de compra del consumidor, para los propietarios de los negocios es todo lo contrario. Elegir entre un modelo u otro implica un gran impacto en la operación.
En una operación de ecommerce habitual, el propietario del negocio vende su propio stock de productos y se encarga de cada etapa de la operación, desde la compra hasta el fulfillment, así como de todo que implica, como el almacenamiento, el procesamiento de pagos, la logística y las tarifas, solo por mencionar algunos aspectos. En síntesis, en este tipo de operación el propietario es responsable de garantizar que todo funcione como se debe y que el pedido llegue al cliente final. En este caso, el propietario del sitio web es el único seller.
Un marketplace es una extensión (o evolución) de una plataforma de ecommerce que permite a terceros vender a través de ella, esto significa que, además del propietario, otros sellers también pueden exhibir y vender sus productos.
Para los retailers, convertirse en un marketplace es una forma de aumentar el surtido de productos sin el trabajo adicional de almacenar, gestionar y realizar el fulfillment de los mismos. En un marketplace, los sellers se encargan de sus propias operaciones. El sitio web de comercio funciona como un canal de ventas para que anuncien sus productos y servicios para llegar a más clientes.
Vale la pena señalar que un marketplace puede, al igual que un ecommerce, funcionar también bajo un modelo B2B, además de centrarse en el consumidor final.
Es una operación en la que todos ganan. Para el propietario, un marketplace es una forma de expandir el negocio a diferentes mercados y segmentos, así como de generar ingresos incrementales con poca inversión y riesgo, dado que el seller es responsable por sus propias ventas y pedidos. Por otro lado, para los sellers externos, vender en un marketplace es una forma de tener un canal de ventas adicional para mostrar sus productos y colocarlos a disposición de los compradores a través de sitios web de confianza y conocidos. Por lo tanto, también es una oportunidad para llegar a un número de clientes potenciales que no lograrían alcanzar por cuenta propia.
Podemos aclarar esta duda a dos tipos de personas: a los retailers que ya operan su propio ecommerce y se preguntan si deben convertirlo en un marketplace o no, y a las personas que desean tener un negocio online y no están seguras de cuál es el mejor modelo. A continuación, nos centraremos en el primer tipo de persona.
Algunas de las ventajas de convertirse en un marketplace deben estar bien claras antes de que tome la decisión:
Ofrecer un mayor surtido de productos es una manera muy utilizada para incrementar los ingresos; sin embargo, sabemos que no es una tarea fácil porque hay que aumentar y ampliar el stock y gestionar una cantidad aún mayor de SKU.
Como retailer, una vez que se convierta en un marketplace, puede establecer nuevas alianzas e incorporar a sellers que tengan un surtido de productos diferente, desde marcas nuevas y locales hasta diferentes categorías de productos, etc. Esto significa que usted puede aumentar el surtido de productos sin riesgo o sin tener que realizar una gran inversión, simplemente permitiendo que nuevos sellers se unan a su plataforma.
Si una de sus preocupaciones es si el convertirse en un marketplace supone que tenga un menor control en comparación con una operación de ecommerce, no tiene porqué preocuparse. Como propietario, tiene el control total de quién puede convertirse en un seller en la plataforma, qué productos se pueden vender y, si es necesario, también puede establecer las reglas de venta deseadas.
Todo lo anterior, sin ningún trabajo adicional. Con el marketplace nativo de VTEX, puede automatizar la gestión de los proveedores y la aprobación de los productos, mientras que los partners disponen de un portal de autoservicio para gestionar sus propios productos, así como para hacer un seguimiento de sus ventas y pedidos.
Imagine que cuenta con datos e insights sobre los consumidores que no es posible recopilar operando como un ecommerce. Eso es lo que un marketplace hace por usted, es decir, crea oportunidades y nuevos escenarios de negocio.
Al reunir sellers de diferentes mercados que venden productos y marcas distintas, podrá descubrir nuevos hábitos de consumo y recopilar insights para determinar los siguientes pasos que su negocio debe realizar para satisfacer mejor las necesidades de los clientes.
Si los consumidores pueden encontrar todo tipo de productos, marcas y diferentes rangos de precios en su plataforma, ¿por qué deberían comprar en otra tienda? Como marketplace, usted ofrece la conveniencia que las personas buscan y se convierte en el lugar de referencia para realizar compras vendiéndoles todo lo que necesitan y ofreciéndoles múltiples opciones para elegir.
Esta no solo es una forma de fidelizar a los consumidores, sino también de llegar a nuevos públicos. Algunos ítems, categorías de productos que antes solo estaban disponibles en otros ecommerces y tiendas, también se pueden encontrar en el suyo.
Hoy en día, el 50% de todas las ventas online del mundo se efectúan en plataformas de marketplace. Desde el punto de vista de los consumidores, un marketplace es lo mejor de ambos mundos; es una plataforma única y sin fricciones en la que encuentran todo tipo de productos, por muy diferentes que sean.
Al convertirse en un marketplace, usted alcanza un público más amplio, aumenta el surtido de productos y también dispone de ingresos incrementales, lo que generalmente requiere de tiempo y dinero en un ecommerce tradicional. ¿Le preocupa controlar la calidad de sus sellers externos? Eso no será un problema. Puede elegir entre el control parcial o total de quién, qué y cómo se venden los productos en su plataforma.
No es de extrañar que esto se haya convertido en una tendencia en los últimos años, ¿verdad?
No obstante, eso no quiere decir que cualquier empresa deba hacer este cambio. Debe considerar todo lo abordado anteriormente, pero sin olvidar cuáles son los principales objetivos de su empresa a medio y largo plazo. Las decisiones deben estar alineadas y orientadas hacia el mismo futuro deseado.