No es ninguna novedad que la pandemia de COVID-19 fue la causa principal de que muchas empresas cerraran sus puertas debido a las políticas de aislamiento en todo el mundo, o vieran sus operaciones seriamente afectadas, para bien y para mal. Para algunos, la pandemia reveló una oportunidad que condujo a cifras sobresalientes en la digitalización de los supermercados, lo que, al parecer, es una tendencia duradera.
Los números no mienten: en agosto de 2019, las ventas online de alimentos en Estados Unidos sumaron 1.200 millones de dólares; en junio de 2020, el total fue de 7.200 millones de dólares. Las ventas crecieron junto con el número de clientes online: en ese mismo periodo, pasaron de 16,1 millones a 45,6 millones solamente en Estados Unidos.
Pero, ¿cómo es que esto es una tendencia en la industria? Un estudio de la consultora Deloitte en el que se habla de los «consumidores contemporáneos», familias jóvenes que personifican a los clientes del futuro, señala que son consumidores omnichannel, cuyo comportamiento ha cambiado sobre todo tras los efectos de la pandemia. Se observó, por ejemplo, que el 26% de esos consumidores ya hacen sus pedidos por Internet y los reciben en sus casas o los recogen en tiendas físicas, frente al 18% que sigue comprando en supermercados locales. Es una clara señal de cómo será el futuro de la compra de alimentos.
Es seguro asumir que el futuro de la industria alimentaria es digital y online: la penetración del ecommerce en el sector de alimentos y bebidas antes de la pandemia era del 2,5% en 2019 según datos de Global X; cuando la pandemia de COVID-19 golpeó el mundo, la penetración estimada saltó al 4% en 2020.
Pero cuando se trata de llevar un supermercado al mundo online, puede surgir una pregunta: «¿debo comprar o crear una plataforma de ecommerce?» y «¿cuáles son los costos de cada una de esas estrategias de implantación?».
Este artículo analiza lo que implica y debe tenerse en cuenta para tomar esta decisión.
Tener una operación de ecommerce de supermercado puede ser muy complejo por múltiples razones, una de ellas tiene que ver con la logística: el hecho de tener varios centros de distribución en diferentes lugares, desde los que se envían los pedidos de sus consumidores. Esta es una enorme capa de complejidad con la que hay que lidiar cuando se piensa en construir una plataforma propia de ecommerce de supermercado, mientras que, por otro lado, las plataformas de comercio nativo tienen funcionalidades integradas que pueden manejarla fácilmente.
Un segundo factor es el sistema de gestión de pedidos (OMS), que es extremadamente relevante para las operaciones de ecommerce de alimentos, ya que estamos hablando de una media de 35 a 45 ítems por pedido. Además de esta cifra, que es mayor que la media de otros sectores, también hay que tener en cuenta la rotura de pedidos, que es de entre el 8% y el 12% por pedido. Se necesita un sistema muy robusto para hacer frente a los cambios de pedidos y a las negociaciones, y no todos los OMS cuentan con el soporte necesario para ello, especialmente cuando se desarrollan desde cero.
Otro punto a tener en cuenta es la complejidad de construir por su cuenta un WMS (Warehouse Management System, o Sistema de Gestión de Almacenes), una herramienta esencial para gestionar varios pedidos al mismo tiempo, unido a su plataforma de ecommerce. Sin esta funcionalidad, sus operaciones pueden resultar más costosas y requerir más tiempo, lo que no es lo ideal cuando se trata de alimentos: los minoristas necesitan mejores márgenes y los clientes quieren agilidad.
Construir una plataforma que garantice que todas las operaciones funcionen sin problemas y de forma segura puede ser un obstáculo: según un estudio de IDC de 2020, este fue el principal reto para los minoristas europeos a la hora de impulsar la innovación.
Resumiendo: el negocio de los supermercados digitales exige una plataforma de ecommerce que pueda manejar su alto volumen y flujo de pedidos con todas sus complejidades. En ese sentido, una plataforma de ecommerce ya establecida que se pueda comprar puede ser una opción más segura y que, además, simplifica un proceso y un modelo de negocio complejo.
El tiempo es oro, y en un mundo que cambia rápidamente, es esencial que las empresas tengan una visión clara de lo importante que es implementar rápidamente una plataforma de ecommerce.
Cuando se trata de comprar una plataforma que tiene la experticia necesaria, cuyo equipo trabajará con compromiso y que tiene el soporte para ayudarle más, puede ser rápido tener su nuevo sitio web activo y listo para recibir pedidos.
Un proyecto de implantación de una plataforma SaaS se puede terminar en semanas gracias a las metodologías que se utilizan habitualmente para ponerlo todo en marcha. Si es más urgente, es posible lanzar el sitio web en un periodo más corto con un MVP que pueda mejorarse según las prioridades a lo largo del tiempo.
Esta es una forma de mejorar el time-to-market y de garantizar una implementación fluida y exitosa, contando además con un partner en el que se puede confiar.
Todavía hay mucho espacio para que los supermercados entren en el mundo digital, pero también es innegable que hay, desde hace tiempo, grandes players en el mercado. Eso hace que algunas funcionalidades del ecommerce sean una especie de producto básico: todo supermercado debe tenerlas cuando pasa por la transformación digital o una migración de plataforma.
A partir de esto, podemos decir que no hay ninguna ventaja competitiva en desarrollar un OMS de cero; ya no vale la pena desarrollar un CMS completo que ofrezca a los clientes finales las funcionalidades básicas que buscan, pues no es un diferencial frente a los competidores.
Por mencionar algunas de esas soluciones básicas para las plataformas de ecommerce de supermercado: un sitio web rápido y fácil de navegar, un motor de búsqueda eficiente, funcionalidades de carrito y de checkout.
La pregunta principal sobre este tema: ¿vale la pena gastar toneladas de dinero en funcionalidades y proyectos que ahora se consideran productos básicos, y que una plataforma de ecommerce nativa y con experiencia puede ofrecer por un precio más bajo?
Mucha gente puede pensar que desarrollar de cero una plataforma de ecommerce para la venta de alimentos es una inversión que se realiza una vez en la vida: en el momento que está online y funciona perfectamente, no hay más necesidad de inversiones o mejoras. En palabras más técnicas, cuando se trata de P&L, sería un gasto de CAPEX.
Eso no es certero por varias razones. En primer lugar, porque estamos hablando de un negocio que siempre está evolucionando: dentro de unos meses (o incluso semanas, ¿quién sabe?), habrá otras funcionalidades para plataformas de ecommerce que no solo atienden a las nuevas necesidades de los consumidores, sino que también crean valor a las operaciones de los negocios.
Estas funcionalidades, cuando se han puesto en marcha, diferencian a las empresas de sus competidores, y también pueden captar la atención de nuevos clientes. Además, por supuesto, de convertir su marca en innovadora y darle una mejor imagen.
Y la razón por la que decimos esto es que, cuando llegue el momento, será necesario mejorar su propia plataforma de ecommerce de supermercado y volver a desarrollar una funcionalidad de cero. Eso significa más inversión en CAPEX.
La lista sigue y sigue. En algún momento, uno se da cuenta de que lo que inicialmente parecía una única inversión CAPEX, resultó ser una inversión OPEX, ya que es continua e interminable. En conclusión, habrá gastos regulares para mantener su plataforma de ecommerce de supermercado actualizada en lugar de la única que había esperado previamente.
Siendo un poco más específicos:
Y luego está el problema: aunque, en un periodo de tiempo concreto, usted no tuviera ningún gasto nuevo, deberá declarar todas esas inversiones previas en su balance general. Y la suma de ellos puede impedir que su empresa realice futuras inversiones, pues perdería la capacidad de hacerlo. Esto puede ser una situación fatal para las empresas.
Esto es específico para el caso de construir de cero su plataforma de ecommerce. Cuando usted adquiere una plataforma que ya es nativa y que puede encargarse de esas mejoras por usted, no hay necesidad de realizar constantes y enormes inversiones. Su experticia consiste en desarrollar nuevas funciones y mejorar constantemente la plataforma para garantizar la mejor experiencia y servicio posibles.
Además, existe la posibilidad de incluir funcionalidades adicionales a la plataforma para que se adapte a su negocio y a sus necesidades.
En lo que se refiere a las inversiones, el alto costo que puede tener un SaaS al principio puede llevarnos a pensar «¿no sería más barato si creara uno propio?», pero recuerde los puntos mencionados anteriormente, y el hecho de que en este caso, tiene un partner con el que puede contar y que ya está establecido en la industria del ecommerce.
Tener un enfoque headless permite que su empresa ofrezca las experiencias deseadas en el front-end, desacoplando el back-end. En palabras más sencillas, pone a su cliente en el centro de sus operaciones para garantizar que tenga la experiencia digital que busca.
Pero desarrollar desde cero una plataforma de comercio headless puede ser una inmensa preocupación: se necesita un equipo dedicado a crear, construir, codificar y mantener toda la estructura, además de mantenerla actualizada según las necesidades del negocio e incluir nuevas funcionalidades, lo que, de por sí, exige tiempo y dinero.
Con una plataforma basada en API que además ofrece un enfoque headless, algo que se encuentra en los proveedores de SaaS, usted tiene más flexibilidad para hacer de su negocio lo que quiera, e incluir complementos según sus necesidades y las del cliente, sin la «fatiga headless».
«De acuerdo, pero ¿cuál es la respuesta final?». Por supuesto, siempre hay especificidades y necesidades de los negocios que deben ser consideradas a la hora de tomar este tipo de decisiones, pero, teniendo en cuenta todos los puntos anteriores, la respuesta final es que la compra de una plataforma de ecommerce de supermercado le permite centrarse en su negocio principal, que son las ventas, no la tecnología, mientras que confía en un partner para desarrollar e implementar con éxito su plataforma.
Échele un vistazo al caso de éxito de Calimax, que consiguió transformar su negocio con un SaaS de terceros en tan solo cuatro semanas.