La tendencia de consumo verde está creciendo a medida que la concienciación de los consumidores sobre la necesidad de combatir la degradación de los recursos naturales obtuvo un lugar en la agenda mundial. Cuando cree o traslade su negocio al ámbito digital, es muy probable que sus clientes prefieran su opción de entrega más rápida en vez de cualquier otra variación. Desafortunadamente, esos servicios tan veloces tienen un costo: el deterioro de la capa de ozono, el aumento del tránsito, los mayores costos en recursos humanos y un nivel alto de contaminación del aire muy alarmante.
Por eso, la demanda de los consumidores de una «entrega lo antes posible» está impulsando la necesidad de elegir opciones que se responsabilicen con el medio ambiente, lo que hace que las compras online se centren en la sostenibilidad y en la ampliación de las categorías de productos ecológicos. Así, las etapas inicial y final del proceso de transporte deben seguir la misma tendencia ecológica, convirtiéndose en la primera y última milla verde.
En este artículo, analizaremos cómo los ecommerce pueden aplicar la sostenibilidad en sus operaciones logísticas de primera y última milla.
La entrega de primera milla se conoce generalmente como el transporte de productos desde las instalaciones de un comerciante hasta el centro a partir del cual se enviarán. Sin embargo, este término puede significar cosas diferentes, dependiendo del tipo de ecommerce que opere. Por ejemplo, si nos referimos a un negocio online de una industria, implica el transporte de productos desde una fábrica hasta un centro de distribución. Por otro lado, si usted es un retailer, como C&A o Zona Sul, u opera un marketplace (vea el caso de Unilever), la logística de primera milla supone el envío de productos desde los centros de distribución locales a las tiendas.
Siguiendo el mismo patrón, la entrega de última milla se refiere a la última etapa de las operaciones de la cadena de suministros. El recorrido de un producto desde el almacén hasta la puerta del cliente final se denomina entrega de última milla o last mile. Esta última etapa del proceso de entrega es la más crítica y se debe gestionar adecuadamente para asegurar un envío rápido. Asimismo, está directamente relacionada con la satisfacción del cliente, por lo que es mejor que se lleve a cabo sin fricciones.
La entrega de última milla también resulta ser la etapa más cara del recorrido desde el centro de transporte hasta el destino final. En la cadena de suministros, la logística de última milla es más costosa y perjudicial para el medio ambiente comparada con la primera etapa del proceso. Por lo tanto, la optimización de los recursos debe ser el área de atención principal. Ahora que está claro lo que son las entregas de primera y de última milla, es hora de descubrir cómo convertirlas en operaciones ecológicas.
Desde marzo de 2020, los pedidos online se dispararon por necesidad, y que los compradores reciban compras de supermercado a tiempo se volvió más fundamental que nunca. Mientras las empresas se esforzaban para responder a los constantes cambios en las necesidades de los consumidores, como la entrega en el mismo día o la búsqueda de un horario de entrega de alimentos, surgieron desafíos como la entrega sin contacto, los pagos sin efectivo y la tan valiosa sostenibilidad.
Un estudio del Foro Económico Mundial demostró que es probable que las entregas de última milla registren un crecimiento de 30% en los próximos diez años a medida que el número de compradores online aumente. El mismo informe señaló también que la demanda de entregas de última milla en zonas urbanas crecerá un 78% para el año 2030, lo que supondrá un aumento del 36% en el número de vehículos de entrega que circulan en los centros urbanos.
Si estas predicciones son correctas, la etapa de última milla podría provocar un incremento anual de 25 millones de toneladas en las emisiones de dióxido de carbono, y generar un aumento del 21% en la congestión del tránsito. No hay una forma agradable de decirlo: esto representa un mayor grado de contaminación y degradación de la calidad del aire a corto plazo.
Por eso, los consumidores modernos son más fieles a las marcas que aseguran una experiencia de compra online flexible y que, además, tienen un menor impacto negativo en el medio ambiente. Para responder a estas expectativas, los responsables de la cadena de suministros deben revisar su estrategia de última milla y ajustarla a estándares más altos de responsabilidad ambiental. Pero ¿cómo hacer esto?
Para un negocio online, ya sea un retailer, un supermercado, un marketplace, de gran porte o pequeño, tradicional o nuevo, cambiar la forma en que se entregan los productos exigirá tiempo y una inversión oportuna. Afortunadamente, adoptar una estrategia de entrega de última milla que sea amigable con el medio ambiente puede permitir que un ecommerce alcance el equilibrio entre la satisfacción de la demanda de sus clientes por entregas rápidas y la reducción de su huella de carbono. Las acciones que se indican a continuación son medios para garantizar eso.
Una de las soluciones más eficaces para reducir los tiempos de desplazamiento de los conductores es optimizar sus rutas de entrega. Las empresas que realmente quieren agilizar las entregas teniendo en cuenta su huella de carbono harían bien en considerar invertir en un software de optimización de entrega de última milla. No es posible imaginar el volumen de tránsito que provocan las compras online debido a la entrega de paquetes. Los algoritmos de la entrega de última milla, basados en la inteligencia artificial, proporcionan a las empresas las rutas más eficientes y garantizan los plazos de entrega prometidos, esto no solo tiene beneficios ambientales, sino que también ahorra dinero.
También hay fuertes razones para utilizar medios de transporte que no funcionen con combustible, tales como los vehículos eléctricos o híbridos, los drones y los robots de entrega. Estos medios de transporte no dependen de combustible, y, por lo tanto, reducen significativamente el impacto negativo en el medio ambiente causado por las entregas.
¿Sabía que algunas cafeterías le dan un descuento si lleva su propia taza? ¿Alguna vez le devolvieron el dinero que dejó como garantía por una botella de vidrio cuando la regresó vacía? Las empresas también pueden emplear la misma estrategia para promover que los consumidores opten por alternativas de entrega de última milla que sean ecológicas. No aplicar tarifas de envío para los plazos de entrega más largos es un buen incentivo para los consumidores que compran online, ya que muchos de ellos prefieren esperar un par de días u horas con tal de obtener un envío gratuito.
Integrar el stock de todas las sucursales en las rutas de entrega contribuye en gran medida a reducir los recorridos largos. Esto implica incorporar entregas hiperlocales (hyper-local deliveries) en las que las empresas se abastecen de los productos solicitados en el punto de venta más cercano al cliente, lo que ayuda a reducir la huella de carbono por pedido online.
Siempre hay la posibilidad de hacer que las entregas en la misma hora o en el mismo día sean la última opción, dado que las entregas on-demand dejan muy poco tiempo a los conductores para optimizar sus rutas y entregas. Esto no significa no ofrecer esta opción, ya que también es necesaria para atender las necesidades de los clientes, sino dar más visibilidad a las entregas con acuerdos de nivel de servicio (SLA) más amplios.
Es muy importante para los negocios online, ahora más que nunca, encontrar un equilibrio entre satisfacer la creciente demanda del retail online frente a las entregas rápidas y minimizar la huella de carbono de sus operaciones. Por fortuna, hay formas de hacer que las entregas de primera y última milla sean sostenibles a través de una buena gestión, las inversiones y las soluciones ecológicas adecuadas.